ÖTZI YA TENIA 61 TATUAJES...

¡Hola a todos/as!

Hoy sólo vengo a hacer una breve reflexión de un tema que siempre ha tenido bastante controversia y ha dado que hablar mucho a lo largo de la historia. Estamos en 2022, prácticamente acabando el primer cuarto del siglo XXI, y aún el mundo del tatuaje sigue siendo en muchas ocasiones tema tabú. 

Hace ya más de 20 años, en 1991, dos alpinistas encontraron el cuerpo de un hombre momificado por el hielo, al cual le dieron el nombre de "Ötzi" debido a que lo encontraron en un tramo de los Alpes italianos conocido como Ötztal. Éste cuerpo se estudió, y para sorpresa de todos, viene aproximadamente del 3200 antes de Cristo y tiene 61 tatuajes, por lo que se convirtió en el "primer hombre tatuado".

A día de hoy se estima que hay entre un 12% y un 15% de personas en España tatuadas, y alrededor de un 38% de la población mundial, dato que seguirá ascendiendo de forma progresiva y dato que hace 15 años era bastante inferior. Por lo que a diferencia de elementos decorativos corporales como son los piercing que van por épocas y rachas, los tatuajes siempre han estado y cada vez se notará más su presencia.

Y ahora centrémonos en el tema más polémico cuando hablamos de tatuajes, el trabajo. Casi el 90% de la población mundial con tatuajes, en lo primero que piensa antes de hacerse alguna pieza, es en la posibilidad de encontrar trabajo o de que no lo despidan en el suyo actual. Y es que a pesar de vivir en una sociedad supuestamente tan progresista a veces pecamos de clasistas en aspectos tan simples como lo puede ser la imagen personal.

Según la Constitución Española somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal, escrito en el artículo 14 de la misma, y en el 18 nos dice, que la carta magna nos garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y a la propia imagen. El problema viene cuando el derecho a la imagen física choca con el derecho de la libertad de empresa, cosa que podría llevar a un despido por llevar tatuajes incluso pudiendo ser procedente, pues digamos que existe un pequeño vacío legal.

Parece ser que poco a poco se ha ido abriendo la visión que se tiene con el tema en cuestión, habiendo muchos más trabajadores con tatuajes sobre todo en sectores dónde prima el trabajo manual, (albañiles, fontaneros, electricistas, mecánicos, etc.) pero en otros trabajos como el sector sanitario, de la educación, bancario, o en la abogacía entre otros, se tiene muy mala imagen de ello o incluso aún es impensable el conseguir un trabajo en éstos sectores.

Esperemos que poco a poco se vaya cada vez dando mejor imagen a lo que son los tatuajes, una forma de expresión, un arte. De igual forma siempre quedará ser autónomo, aunque si ya es difícil en España triunfar sin tattoos con todas las trabas que te ponen, no se yo si merece la pena hacer el intento...

¡Hasta pronto Divergentes..!

Javi.