"ERES CULPABLE DESDE EL MOMENTO EN QUE NACES"
¡Hola a todos/as!
Esa frase es una de las muchas que nos deja la película que os traigo hoy, "Just Mercy". Frase que irá cobrando sentido a medida que vayas leyendo el post, y frase que nos hará reflexionar un poco más acerca de una situación que, a pesar de la notable mejoría, sigue teniendo una gran repercusión a día de hoy.
Ésta película es la historia de un abogado el cual trata de batallar contra la justicia de Estados Unidos a finales de las 80 y principios de los 90. Tras salir de Harvard con la carrera de abogacía, el protagonista Bryan Stevenson, luchará por los derechos de los afroamericanos que se encuentran en el corredor de la muerte, muchos injustamente, como es el caso de Walter McMillian, el que será otro protagonista, siendo juzgado por un presunto asesinato a una chica adolescente.
Está basada en hechos reales, y para ser más concretos, la historia se desarrolla en el estado Alabama, dónde Stevenson decidió mudarse para abrir una oficina junto a una activista residente y fundar la Iniciativa de Justicia Equitativa, organización que ofrece asistencia legal gratuita.
Nuestro abogado, quería representar a las personas que se encontraban en el corredor de la muerte, dónde los presos cuentan sus últimos días, pues empatizaba con la gente de raza negra observando que, perfectamente se podría tratar de él. Fue en una de las múltiples visitas que hacía a la prisión de máxima seguridad, dónde conoció a McMillian, preso que soltó la frase del título provocando en Stevenson un mayor interés en su caso.
McMillian era un hombre normal, con un trabajo normal, pues se dedicaba al sector de la madera, de unos 45 años, pero con un sólo problema, "su raza". Un día de vuelta a casa, después del trabajo, lo paró el sheriff a cargo de la policía y directamente lo culpó de asesinato, soltando frases como: "Se exactamente que clase de persona eres", "Si no eres tú, el culpable será otro negro igual que tú" o "Sólo con mirarte tengo la certeza de que eres culpable".
Sabiendo esto, podemos observar como la película denuncia una injustica social como es el racismo, remarcando frases y detalles a lo largo del film que nos hacen recapacitar y pensar acerca del tema tratado. Y es que, si dependemos de la justicia que supuestamente ampara a todo el mundo por igual, ¿cómo es posible que se siga viendo éste tipo de trato? La triste realidad es que en la calle es más común de lo que nos gustaría a la mayoría, pero es frustrante que en cuerpos y servicios del estado siga habiendo esa clase de personas (Y NO SÓLO EN EE.UU...), las cuales si por mi fueran debería de pasar un examen psicológico para ejercer.
A lo largo de la película, y con el desarrollo de la defensa de Walter por parte de Bryan, podemos seguir observando una serie de tratos incompetentes por parte de policías, funcionarios de prisión, guardias de seguridad, abogados, testigos, etc. Incluso al propio protagonista, aun siendo abogado y simplemente por su color de piel, lo hacen desnudarse para poder entrar en prisión la primera vez.
El señor McMillian tenía coartada el día del asesinato por lo que, a pesar de llevar tres años en el corredor de la muerte, seguía existiendo la esperanza en él a pesar de que iba desapareciendo poco a poco ya que tenía a mucha gente en su contra. Un no parar de piedras en el camino se encontró, como que un sólo jurado de doce, era de raza negra, el mayor testigo fue un criminal de carrera que decía de haberlo visto, otros dos testigos afirmaban haber visto el coche pero no coincidía la descripción con el estado que tenía en su momento el coche, etc.
Stevenson no sólo consigue que atrasen el día de la muerte del preso en cuestión, sino que hace que se vuelva a repetir ese juicio dónde presentará todas las pruebas que ha ido recabando por méritos propios o por terceros. Gracias a ello, consigue sacar de prisión a Walter tras demostrar que la contra en éste juicio era puro teatro, policías, abogados y jueces en un bucle de corrupción hasta el punto de amenazar o sobornar a testigos para que testificaran en contra de él, por orgullo, intereses y meritocracia.
Llegados a este punto me encantaría saber cuantas personas están o han estado presas en algún momento de la historia sin ser culpables de los hechos y actos que se le imputan, pero apostaría que más de las que podemos llegar a pensar y más sabiendo las diferencias de sexo, religión o raza, como en éste caso, que se da en cualquier parte del mundo, ya sea en mayor o menor medida. Y es que, la libertad podríamos considerarla nuestro mayor derecho, pues si te la quitan no tienes nada, el tiempo que pasas sin ella no encuentras razón por la que existir, porque la vida es vida por poder disfrutarla en muchos momentos, no por estar entre cuatro paredes alejándote de la sociedad.
Para finalizar, remarcar otro aspecto que quiere denunciar esta película, la pena de muerte. Aunque lo hacen de forma secundaria, también ponen énfasis en las expresiones de los que se sientan en la silla, en las miradas expectantes de los testigos, en las muecas de los funcionarios que se encargan de los presos, etc. Pena que hemos podido observar a lo largo de la película, que afecta de forma desproporcionada a algunos grupos sociales específicos, que por lo general no es equitativa al delito cometido ya que no tiene por qué ser homicidio o asesinato, además, en esta condena no hay marcha atrás si se encuentran pruebas contrarias como iba a pasarle a McMillian, es decir, no sólo le estarían quitando de forma injusta la libertad, sino la propia vida. Todo esto sin mencionar, que en el film, les quitan la vida en la silla eléctrica, máquina que actualmente sigue siendo opción secundaria en varios estados de EE.UU., una idea macabra, ya que resulta que la inyección letal puede llegar a considerarse en algunos casos más dolorosa.
Recomiendo ver la película no sólo por la experiencia audiovisual que nos ofrece, sino por los temas que trata que se siguen barajando en la actualidad, una injusticia y opresión hacia ciudadanos afroamericanos, una sociedad podrida donde en términos legales domina el prejuicio y el racismo, además de ser un contundente manifiesto contra la pena de muerte.
Eso es todo por hoy, espero que hayáis reflexionado un poco en los temas tratados a lo largo de este post. Quizás algún día trate en otra publicación el tema de la pena de muerte.
Hasta pronto Divergentes...
Javi.
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